domingo, 7 de julio de 2013

Cómo los ti@s malcriamos a nuestr@s sobrin@s

La mayoría de los fines de semana del verano, mi sobrina nos hace una visita a mí y a sus abuelos (acompañada de su madre, mi hermana, obviamente).
Desde el día en que nació no me he cansado de mirarla segundo tras segundo. De reír sus gracias, su forma de actuar, de hablar, y de amarla.
Cuando nació la ví tan delicada, y ahora aún la trato como tal. Como yo soy el tío, hago papel de tío, y por tanto, no suelo reñirle por cosas que su madre si haría.  Pero si que le digo que se debe y no hacer, por qué y en general, hacerla feliz enseñándole parte de la educación que a todos nosotros nos han inculcado de pequeños. Sin embargo no me introduzco mucho en ese papel, y la mayoría de las veces, estamos riéndonos, jugando, contando chistes, o viendo su pelis preferidas, las de Disney (en especial, La Cenicienta y La bella durmiente).
Otras veces estamos haciéndonos fotos, eso sí que le encanta. Además, es muy fotogénica, consecuencia de su belleza jejeje, por lo que en todas las fotos sale genial.
La realidad es que un niño pequeño, desde que nace hasta su emancipación, significa tener una gran responsabilidad, tanto en el cambio de vida drástico que se produce, como la estabilidad financiera que se ha de tener. Gracias a que tengo una sobrina, el día de mañana, si he de tener un hijo, lo haré con ilusión,  pues ya sé la felicidad que dan. Sin embargo, la otra parte también deja huella, por lo que me lo pensaré dos veces, o terminaré por conformarme con viendo crecer a mi sobrina, ofreciéndole todo lo que ella me pida, que esa es, al fin y al cabo, la misión de los tios, malcriar a nuestros sobrinos, a base de caprichos :)
A continuación os dejo con unas fotos que hice esta mañana.  El 2 de noviembre cumple 3 años.  Se llama Selena, y no la quiero , la amo.










































Con su abuela (mi madre)















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